Pobre alma, lastimada de dolor
pergamino de una vida
que no consigo leer su final
camino despacio sobre la caricia del mar
donde mis pensamientos navegan como velero
el viento toca mi rostro
palido y frio como mi corazon
solo me queda el alma desnuda
que se desvanece con la luz del sol
dos lagrimas recorren mi rostro
cuya brisa del mar recoge en su regazo
la arena inunda mis pies
intentando sujetarme al mundo
sentada espero el mañana
perdiendo mi mirada en el horizonte
de aquel hermoso mar
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